Historia
Institucional
La experiencia de migrar es un antes y un después en la vida de las personas. Como organización de la sociedad civil, desde CAREF acompañamos a la población migrante y refugiada desde hace casi medio siglo.
La experiencia de migrar es un antes y un después en la vida de las personas. Como organización de la sociedad civil, desde CAREF acompañamos a la población migrante y refugiada desde hace casi medio siglo.
En octubre de 1973, iniciamos nuestro trabajo bajo la iniciativa de un grupo de pastores de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata (IERP), la Iglesia Evangélica Metodista Argentina (IEMA) y la Iglesia Evangélica Luterana Unida (IELU), quienes salieron en apoyo de las personas que huían de Chile, luego del derrocamiento del gobierno de Salvador Allende.
Los fundadores organizaron un esquema de apoyo y acompañamiento para recibir y atender las necesidades de las personas refugiadas. Para ello, en 1974 firmaron un convenio con la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados, ACNUR, que les permitió fortalecer el trabajo de asistencia y dar inicio al Programa de Ayuda de Emergencia. Gracias a la puesta en marcha de este Programa, y mediante el apoyo del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) y de las iglesias evangélicas históricas locales, CAREF asistió y resguardó la vida de 16.000 personas refugiadas de toda la región, que entre 1973 y 1989 huyeron de sus países de origen a causa de las persecuciones y amenazas provocadas por dictaduras militares que azotaban el continente.
Con el retorno de las democracias, el trabajo de la institución se actualizó para acompañar los nuevos tiempos: colaboramos con los procesos de retorno de argentinos y argentinas en el exilio y también fuimos partícipes del regreso de cientos de ciudadanas y ciudadanos chilenos, uruguayos y paraguayos a sus hogares.
Posteriormente, una vez comenzada la década del ‘90, ampliamos nuestro trabajo para atender el fenómeno de la migración regional, especialmente proveniente de países limítrofes, y de otras poblaciones como aquella que llegó hasta estas latitudes luego de la disolución de la URSS.
Durante los últimos 30 años asistimos el arribo de comunidades chinas, senegalesas, víctimas del conflicto armado en Colombia, mujeres provenientes de República Dominicana y otras islas del Caribe, y más recientemente, población venezolana, entre muchas otras.