Este año CAREF celebra su 50 aniversario. En este medio siglo de vida tuvimos el desafío de asistir y acompañar a más de 50 mil personas de las más diversas procedencias, que en busca de una vida mejor, llegaron a nuestro país entre 1973 y 2023. La celebración coincide, no por casualidad, con la conmemoración de una fecha trágica para nuestra región: el comienzo de la dictadura de Augusto Pinochet en Chile, en septiembre de ese mismo año. Justamente, el exilio de chilenos y chilenas hacia la Argentina fue el hecho histórico fundante de nuestro trabajo.
Aunque los primeros años no fueron fáciles, no se compara con lo que significó asistir a refugiados y refugiadas -en muchos casos exiliados por razones políticas- una vez ocurrido el golpe cívico militar en Argentina, en 1976. Las amenazas, los allanamientos en oficinas y casas de refugio de CAREF y las detenciones arbitrarias a miembros del equipo, obligaron a las y los trabajadores de la institución a cambiar las lógicas de atención para proteger la propia integridad física y principalmente la de las y los consultantes. Quienes conformamos el equipo de CAREF hoy, no vivimos aquellos años. Sin embargo, esta historia subyace en nuestra memoria como organización que defiende los Derechos Humanos, en los relatos de quienes pusieron el cuerpo en esos años y hoy acompañan la tarea institucional desde otro lugar.
Este 24 de marzo nos moviliza particularmente. La historia nos enseña que el terrorismo de Estado implica muerte, persecución, desapariciones, torturas, empobrecimiento. El retorno a la democracia permitió recuperar la dignidad y la justicia, volver a luchar por ideales, reconstruir institucionalidad pública y centrar las discusiones de muchas de las organizaciones de la sociedad civil en los derechos humanos.
Para el caso de personas migrantes y refugiadas, los tiempos democráticos trajeron buenas nuevas, aunque para algunas hubo que esperar más de 20 años. Se consolidó el lugar del Estado en el proceso de elegibilidad de personas refugiadas, se sancionó la Ley Nacional de Migraciones (2004) basada en un clarísimo espíritu de derechos humanos e integración regional latinoamericana, también la Ley de Reconocimiento y Protección al Refugiado (2006) incluyendo los más altos estándares internacionales y regionales en materia de protección internacional. Es cierto que hay mucho por hacer aún en lo que refiere a la implementación del marco normativo vigente, anclado en un enfoque de derechos, pero nada de esto hubiera sido posible sin democracia.
El presente nos enfrenta a nuevos desafíos. Mientras en todo el mundo los sistemas democráticos se pusieron en jaque a partir de la proliferación de discursos y programas radicalizados hacia la derecha -y Argentina no es la excepción-, en nuestra región se lucha por sostener gobiernos y políticas que garanticen derechos. Por ello trabajamos día a día, como hace 50 años, por la construcción de un contexto social, político y económico que incluya a todas las personas que habitan nuestro suelo, en igualdad de condiciones ante la ley y en la valorización de las diferencias que construyen una sociedad plural.
Ese es y ha sido siempre nuestro horizonte. Por eso, hoy queremos destacar la relación entre la labor de CAREF y nuestra democracia, que ya suma cuatro décadas ininterrumpidas. Se funda allí nuestra misión como organización ecuménica que trabaja incansablemente por los derechos de las personas en movilidad, y la necesidad de fortalecer prácticas y políticas que también lo hagan.
Promover y defender derechos de personas migrantes y refugiadas es promover y defender una sociedad democrática.
Este es el año de nuestro 50 aniversario. Queremos que sea una oportunidad para hablar de las personas que caminan por las orillas; de las que tuvieron que huir con lo puesto de sus casas para salvar sus vidas y las de sus familias, expulsadas por la persecución o la pobreza; de la injusticia que significa para quien no tiene nada quedar por fuera de las políticas de Estado, cruzar fronteras inseguras y militarizadas, padecer discriminaciones de todo tipo; de las personas que por diversos motivos deciden irse y comenzar de nuevo, acá o en cualquier otro país diferente a aquél donde nacieron. También queremos hablar de los Estados y sus políticas, elemento central e inexpugnable para definir la inclusión o la exclusión de quienes deciden ejercer su derecho a migrar, por el motivo que fuere.
Las y los invitamos a seguir nuestras redes sociales para enterarse de las próximas actividades. Hoy le damos inicio a un año especial y queremos compartirlo con todos y todas.