El de Marcelina fue un crimen de odio. En 2001 la tiraron del tren mientras viajaba con su hijo al hospital. Le gritaron “boliviana de mierda”. Hoy la causa está cerrada y los asesinatos, impunes.
Gracias a la persistencia de su familia y de las organizaciones que luchamos por los derechos de las personas migrantes, el 10 de enero se transformó en una fecha para visibilizar la violencia contra las #MujeresMigrantes